Prioridades
La calle está sucia de pensamientos y falta de empatía. La gente repta por la misma, subida encima de su propia burbuja de hedonismo, cubiertos por una capa de ofensa desmedida y vanidad. La mayoría son miembros de la religión del «solo importo yo, mi opinión, y los demás están equivocados». Y no es su...