El Gordito Isidoro
La tarde estaba dando paso a la oscuridad de la noche, y con ella los postes empiezan a iluminar las calles, donde en algún tiempo fueron testigos de toda una vida llena de recuerdos, de una época en donde las preocupaciones reales, eran impermeables con la vida adolescente. Juan Plasencia, sentado en el bar, observaba...