El edificio de los mil y un lamentos.
Nací en una gran familia, bastante grande, “muy unida», entre recuerdos y recuerdos, jugando en el primer piso del gran edificio en el que vivía, con varios primos y algunas tías, entre risas, y sonrisas falsas, entre cumplidos y mentiras, entre agobios y rabia, entre insultos y gritos, vivíamos todos felices. Al paso de los...