el padre,el hijo,y la imagen

el padre,el hijo,y la imagen

camilo celis

31/10/2017

Lejano como el desierto cuando están los pies en el húmedo ocaso del mar. No hay, otra fantasía recurrente en este lago metafísico que se crea entre el eclipse de la tarde y la mañana. visítante de la ciudad de Stone , al nor oeste de seva, en donde habita un pueblo sobre un viejo: Alrededor de él. así como una fácil manera de llevar las nuevas a los habitantes de Stone, Tom entregaba su psique a disposición de Alberta, Constanza y prudencia. Hermanas de infancia que sólo oían al viejo cuando sonaban las doce y las manillas del reloj se besaban armónicos. El viejo guardaba la costumbre de rechinar los dientes, aunque ya no veía, olfateaba y oía, y siempre decía. -No es facultad mía estar al tanto de sus malnacidos problemas, yo los hubiera eliminado antes, cuando son embriones simples, y tallos verdes- pero el viejo no solo tenía la ceguera a cuestas también la artritis, por lo que no se movía de su asiento, y a Tom lo tomó de sorpresa cuando antes de partir del pueblo, lo oyó en el micro, a kilómetros de distancia y guardó palabras en su cabeza.- Maldita sea asi era el viejo- recordó Tom. Asombrado por los disparates que oían sus hermanas cuando él ni siquiera estaba hablando.

El viejo esperando ser la ceniza primera sobre la cual reír el día postrero- vaciló a Constanza, de manera vil:- Constanza tú que desde lejos no deseas acercarte, no lo hagas, es inoportuno que veas al viejo, y que tus enormes ojos demoren en cerrarse, en un año o dos cuando te grabes mi cara. Más por eso agradezco estar ciego, para oler tu presencia Constanza: la sin cerebro que no pensando estas.

También como si hubiera llevado un cuaderno azul molestó a prudencia: quieta maldita seas estas, más es cavilar pensarlo, por ello evito hacerlo y desde mis dedos ruego vuelvas a la tierra de donde has salido. Barro somos, barro nosotros seremos, por ello pido que seas agua, Y no te seques hacia la eternidad, por si es que la hay no estas invitada – volvió a decir el viejo en un lapsus de tiempo prolongado. -Continuó- Alberta. oscura como los astros de día paradójicamente estamos lejos del cielo a distancia y ruego a dios no lances piedras, suponiendo que es un vidrio , y no hagas detener la esfera para preguntarnos .¿qué haces? Alberta recoges flores aún para comerlas..? Porque la retórica está obsoleta gracias a tu irreverencia, y se vuelve inerte para que no se escriba a tu jardín de tu estómago.

Tom sumido como en una desgracia no alcanzó a decir lo que guardaba y comenzó a olvidarse de su estatura, se hincó y miró a las tres hermanas por encima de la mesa como en un sueño.

El viejo había dejado como un espía su joroba para vigilar a Tom.

Alberta tomó asiento en el diván y sirvió un té a Tom que volvía metafísicamente a la idea de que el viejo del pueblo lo habría seguido como a un polizón

.- sigues tan cansado como aquel día- dijo prudencia sutílmente

.- así es, aunque ya no hay antaño solo presentes, continuos y amargos presentes- dijo Tom queriendo ensimismarse.

Prudencia se refería al día treinta de mayo en donde cargaba al viejo al hombro para llevarlo a ver el paisaje de fin de mes. La vida un día para el viejo se hizo una pieza encajable dentro de su alma y su recuerdo antaño promovía en él la angustia claustra de la vejez por lo que un día Tom decidió inventar el día del paisaje, y sacarlo de casa, llevarlo al lado de la comarca en donde reposa un río, y mostrarle la imagen del cielo sobre las cabezas de los hombres. El viejo lo oía; él lo sabía, pero no creía lo que le decía. En su psique como cápsulas y pastillas llenó de palabras su razón haciéndolo dudar de su conciencia. El viejo intuía también decía- anda ve, déjame solo, en el reposo eterno de la vida. – Más Tom gritaba- porquería! –

la casa aún no era suya, ese puñado de tablas con la cual restituye su esfuerzo y se satisfacía con alevosía de sus tres hermanas que creían que el viejo era extremadamente anciano para preocuparse de él.

Constanza tomó lápiz y papel: al viejo lo habían dejado de ver. – cuéntame cómo es el viejo, de qué forma es?- preguntó – más Tom solo pudo decir que el viejo era calvo de pocos pelos, pocos dientes, pobre de juventud y extremadamente rico en vejez. Se sostenía de una silla de madera que amaba más que a su propia vida, la visión dormida no despertaba, mientras decía y como en una imagen apareció sobre su mente el viejo, ahora balanceándose en la silla.- Constanza dibujaba de prisa sin perder un solo detalle del viejo olvidado, enclaustrado en la casa, más Tom quería solamente ser heredero del viejo, y no dio más detalles de su fisonomía, luego guardó silencio.

Constanza bebió el té, prudencia tomó el papel y lo destruyó, Alberta escuchaba música clásica y Tom horrible mostró su cara verdadera en donde el espejo muestra el alma; quería él al viejo, era cierto, pero más amaba su pequeña fortuna, así que le contó a sus tres hijas que era un maestro olvidado.

Ellas no lo creían hasta que fueron a verlo y Tom cargándolo al hombro.

sin visión y sin ninguna particularidad el viejo creó un paisaje en medio de la desesperación de verse muerto o jodido, aunque un paisaje en su totalidad ,y reía y , no dejaba de hacerlo.

fin

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