MIENTRAS DURA EL CORTEJO DE LAS LUCÍERNAGAS
«Ya no resbalaré más en el barro » era su pensamiento mientras terminaba de limpiar las botas. Las abandonaría allí, en aquel rancho, junto al reducido equipaje. Sentada en la hamaca, la que había sido su cama durante días, pensaba en la despedida. La rodeaban los cuatro niños. Metió sus dedos entre el calado de...