En unos segundos
¡Que paz que me transmiten las calles de Pontevedra! Recorro el camino que lleva a la casa de mi abuelo. ¿Lo reconoceré? Aunque nunca ví su rostro; siempre lo imaginé parecido a mamá. ¡Sí que lo es! desde lejos puedo verlo y corro, lo abrazo fuerte sin preguntar, no puede ser otro. Por supuesto no...