Dos gardenias
Aún no ha amanecido cuando un leve sonido hace que me remueva en la cama. Mi padre intenta vestirse en silencio para salir hacia su trabajo —la obra— y chasquea la lengua repetidamente con el cielo de la boca para que no llegue a despertarme. Oigo cómo la lluvia cae fuera en el patio ya...