Mona
Mi madre se llamaba Irma, pero le decían Mona. Mi madre era como un dulce, saben, de esos que se cocinan despacio y con amor, que hasta el más renuente a comer postre, lo comía. Mi madre era néctar, el más exquisito, era una mujer buena, atenta, amable. Mi madre era prudente, fuerte. Nos educo...