EL PRISIONERO QUE PERDIÓ LA GRACIA DEL SOL
Gerardo nació en la bonita ciudad de Granda. Tuvo una infancia más o menos feliz y una adolescencia nada brusca, repleta de amigotes y también de varios amores. Todo cambió cuando a los 18 años decidió no trabajar nunca más. Sus padres se desesperaron con él. Se dedicó a pequeños (y después grandes) robos,...