Xanadú
Lucas abrió sus ojos. Su mirada se clavó en una diminuta araña que deambulaba por el techo. En varias ocasiones intentó predecir la dirección que iba a tomar en su paseo. Pero falló en todas ellas. Volvió a cerrar los ojos, intentando olvidar el fracaso predictivo con la araña. Respiró profundamente y volvió a abrirlos....