Querido,
Querido B, Te escribo desde casa. No he salido de aquí. Cerradas puertas y ventanas. El aire quieto y viejo deposita la pena en las esquinas más recónditas. Tu olor es lo primero que desapareció con tu marcha. Una estela que se escabulló por las rendijas como un fantasma sin forma. Recorro los recuerdos. Lo...