Siempre nos quedará París
Ana, ten cuidado de que no se te aplasten los sándwiches de queso con tomate, sí, ya lo sé, soy lo peor, pero no me gustaría que llegases con hambre y no hubiese nada rico para comer. Sé que te hubiese gustado que viajásemos juntos, lo habíamos planeado tan minuciosamente… mira, aquí tengo el excel...