Algún día
La noche estaba oscura, noche de ciudad, fría. Apoyada en la ventana, mi mente andaba ya lejos. Y es que ella sí podía. Hacer el viaje. Ese viaje constreñido durante años por mi rutina; la misma que avivaba mi deseo por realizarlo, daba cada día una vuelta más de tuerca a su ya férrea sujeción,...