VIAJE HACIA LA VIDA
Recostada en el volante, siento las lágrimas caer por mi rostro. Atrás, mi bebé llora despavorido, capaz de sentir la tensión. El salpicadero está rasgado por el puñetazo, claro que él no quería, había sido culpa mía, si no me hubiera comportado así… Después salió. El móvil se ilumina; veo el número de mi padre...