La vuelta al mundo en 80 besos
El sueño estaba ahí, pero nunca nos habíamos atrevido a soñar, hasta que un día quisimos soñarlo. Propusimos viajar a algún rinconcito, de los muchos que tiene el mundo. Hablamos de lugares favoritos, ella eligió Montevideo, por aquello de Benedetti y Galeano; yo elegí su ombligo, por la loca combinación de su piel junto a...