El círculo
Era un día lluvioso y gris. Como tantos otros, nada excepcional. La niebla iba filtrándose entre las grietas de las fachadas poco a poco y supe que las gaviotas revoloteaban nerviosas por los graznidos que llegaban ahogados desde la playa. Aquella mañana me levanté temprano y, aunque somnoliento, algo me impulsó a ponerme de pie...