Carta a la soledad
Días grises y aciagos retumban en mi cabeza, es mi corazón que late sin presteza. Una oscuridad invade mi alma que sin consentimiento propio, desgarra mi aura. Siento la soledad que me rodea infausta, con su frágil arrullo, rio y me escabullo. Tan negra como la muerte desprovista de color, baila en mi corazón, exacerbando...