Tulipanes y verbenas
Esta historia de amor comenzó el veintiuno de enero de dos mil catorce en el fin del mundo, más precisamente en las puertas del Dublín, o quizás haya comenzado el día diecisiete en El Calafate, con una fotografía aleatoria proyectada en las pantallas del catamarán número cinco, en la que se me veía saboreando el...