El trabajo no dignifica al hombre. Lo esclaviza.
Tras 6 horas detrás de una pantalla y un teléfono la señorita Zina no puede más, necesita echar una cabezadita o algo parecido. – Ezequiel pondré esto en lavabo. Ezequiel era el compañero de Zina un joven de 26 años de origen argentino recién llegado a Barcelona. Tenía los ojos azules celeste como si del...