NO TODO LO CUADRICULADO ES RECTO II (COMPAÑEROS DE PUPITRE)
La cena le había sentado mal. Cuando sonó el despertador estaba atrapado en un remolino de sábanas. Un regusto agrio le recorría la boca. La placidez de su mujer, la quietud del rostro ajado y hermoso, la inocente exposición del cuerpo dormido y sereno le borraron de un soplo los malos presagios fraguados entre pesadillas...