Torerías
El día que cumplí 18 años entré en la peluquería de Patricio con la decidida intención de mostrarle una foto. Pero estaba entretenido con su AIBO, un perro robot japonés que hacía piruetas ante los alucinados clientes. Me senté a esperarle. Patri tenía como pasión el trueque de cachivaches insólitos. Su segunda vocación o puede...