Final y principio
Después de tu partida, sabía bien que mi vida debía seguir. Exhausta y dolida me hice de tus pertenencias para estar contigo a solas una última vez. Dejé que me rodearan tus cosas en mi cama, aferrándome a tu fragancia. Quizá de esta manera te extrañaría un poco menos. Todo me hablaba de ti de...