EL LIENZO
Santa Madre de Dios… Quise cerrar los ojos pero no pude, así que me ví obligado a seguir mirando ese terrible espectáculo: el mocoso era insufrible, maleducado y manipulador, pero sus padres no tenían perdón, eran un par de calzonazos debiluchos incapaces de hacerse respetar. Me hervía la sangre solo con ver sus caras bobaliconas,...