Retrato de familia
Guillermo Ido dejó la copa de Calvados sobre el aparador holandés, se descalzó las pantuflas de fieltro y dio una última calada al habano, cuya vitola resplandecía como una joya al reflejar las llamas de la chimenea. Miró por los ventanales del salón norte. Caía un aguacero tan intenso como el pesar de su alma....