LAS ESTRELLAS ERRANTES
Mirándote hacia arriba, qué difícil me resulta reconocer en ti al niño que fuiste. Ese capaz de sacarse el chupete de la boca y ofrecérselo a otro niño si lloraba. O el chiquitín que curioso se asomaba al balcón y cuando descubría estrellas en lo alto, sonreía y saludando con la mano les invitaba a...