Un día cualquiera
Al abrir esta mañana una ventana algo se movió en una esquina. Era una araña recia que de ninguna manera podía asociar a una criatura más indefensa que yo. Me quedé parada y ella también. Diría que nos estábamos mirando si hubiera sabido dónde encontrar sus ojos. Quizá nos medíamos. Decidí expulsarla y se resistió,...