Pensar es perder el tiempo
—¡Estudiarás arquitectura quieras o no! Igual que tu abuelo, igual que yo, igual que tu hermano. Esa es la herencia de los hombres de esta familia. —¡Pero papá, yo no quiero estudiar arquitectura! no me gusta, no me siento un arquitecto. —Qué tonterías dices Gabriel, no necesita gustarte y no necesitas sentirlo, sólo necesitas hacerlo...