Muchos
La calle León se ha guardado uno de los mayores inciertos de mi infancia. Jamás supe el porqué, pero al único que recuerdo al ver el capó del abandonado coche azul que adorna el lugar, es al cuerpo que, cada noche, se acostaba con una personalidad diferente. Sí. A este cuerpo le encantaba sentirse perdido....