Ditirambo
Fue por casualidad que descubrí el concurso de relato filosófico. Una tarde de otoño, revisando mi correo electrónico, vi un e-mail de la facultad con anuncios varios. Normalmente descarto esos mails o los veo muy superficialmente y, esta vez, quiso el azar que fuera lo segundo. Me parece algo ingenuo aclarar que, al principio, ir...