Mujer herida
Llevaba inviernos, flores marchitas, resacas de días eternos, noches de insomnios. Heridas profundas de un corazón roto y dañado. Amores rotos, fracasados, clandestinos, que no llegaban a ningún puerto ni que salían de ellos. Historias inconclusas, historias que calavan el alma, el corazón y dejaban casi sin imaginación. LLevaba tantas cosas acuesta que se había...