Tiene que salir, todo eso que hace mal, lo que lastima, lo que te rompe en mil pedazos, a gritos… Llorando.

Llorando por todo lo que perdí, yendo hacia el camino de la perdición, no hay retorno, pero… ¿Si lo hubiera, yo volvería?, ¡no!.

Es imposible volver, porque todo está perdido, ya no hay nada, solo me queda este dolor tan fuerte, impregnado muy dentro de mi.

Ya no hay retorno.

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