SE LIBERAN MÓVILES
De los tres abuelos que se pararon en la frutería, sólo uno gastaba navaja. Como había una mujer dentro, se quedaron en la acera mirando el género, aunque no llevaban idea de comprar. Contaban con los albañiles, que calle arriba seguían desparramados a la sombra, pero no con esa mujer. La música de un telediario...