SI – NO
El soleado mediodía de agosto derrama rayos refulgentes en el agua, blancas partículas desdeñosas invitan a la pereza, que poco a poco se adueña de la playa. – Sonreíd niños –dice el padre, semitumbándose a los pies de su mujer. Al pequeño lo tienen sentado en una silla de alquiler, acaba de padecer...