I Concurso de Historias de Familia

MI Abuelo GonzaloMi Abuelo Gonzalo de Iznalloz (Granada) procedía de una familia de cierta posición social, su padre fue Juez de la Audiencia de Granada y representante en Cortes por los Liberales, su hermano mayor José, también fue abogado, con cierto nombre en Granada, sus tres hermanas estuvieron casadas con personas de cierta posición económica, sus dos hermanos restantes, uno llamado Juan, murió con 29 años de Cáncer de próstata en año 1909, y el otro llamado Francisco, murió con 21 años en la Guerra de África en año 1912. 

Todos los  familiares de mi abuelo, tuvieron la circunstancia de morir sin descendencia, y evidentemente dado que mi abuelo Gonzalo era el más joven, el único descendiente de toda la familia descrita, los heredó a todos. En consecuencia heredó varias veces, siendo alguna de ellas de cierta consideración, aunque desgraciadamente esas circunstancias no tuvieron ninguna consecuencia en cuanto a la mejoría de su situación económica, como no fuera durante el tiempo que le duraban aquellas, su vida transcurrió de forma irreal e irresponsable, ¡debido supongo, al contraste entre su procedencia familiar y su realidad económica conseguida!, jamás superó su procedencia.

Yo al ser el nieto mayor, le traté bastante, y percibí algo de lo descrito, con ocasión de algunos veranos, que mis padres me mandaban a pasar  las vacaciones con mis abuelos paternos, Sin embargo, conmigo era un hombre simpático, mundano,  exquisitamente educado y cariñoso, y al que recuerdo en situaciones casi todas agradables.

Como cuando me llevaba, y ocurría con bastante frecuencia, a los espectáculos de Zarzuela que se representaban en el Teatro Gran Capitán de Granada, creo que estas representaciones, influyeron bastante en mi sensibilidad y educación musical, imagino que sería en una de las situaciones de bonanza económica, producidas por una herencia reciente.

En esos veranos, también íbamos casi todos los días a casa de su hija, hermana de mi padre y tía mía, llamada Berenguela, – menudo nombrecito -. Aprovechando el trayecto y la ocasión, para reconvenirme, sobre modos y formas de tratar a las personas ancianas, así como darme a conocer, otras formas de educación y reglas de comportamiento, recuerdo que cogimos un tranvía para ir a casa de mi tía Berenguela sentándome yo, y no cediéndole el asiento a una Sra. y me reprendió, de otra manera quizá no hubiera conocido estas, dado que con mi padre nunca tuve demasiado apego, pues fue bastante distante, y prusiano conmigo, ¿debido posiblemente a su profesión, – era militar – también posiblemente influiría, el que para él, nunca cubrí las expectativas que de mí se había forjado.

Debido a todo ello, guardo muy buenos y gratos recuerdos de él, tanto en lo concerniente a su educación, como al cariño que expresaba hacia mí, en todo momento.

En fin, que en la vida, y aún más en las personas, es extraordinariamente complejo pretender etiquetarlas y menos juzgarlas, en un solo campo o faceta, pues suelen poseer muchas aristas, y por muchos motivos o circunstancias.

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