EL CREYENTE
No creo en las religiones, pero sí en la fe y el amor, capaces de construir imperios, mover ejércitos, desafiar familias y razones. No creo en Dios, su poder, fuerza y omnipresencia, pero sí en una energía creadora, inmensurable, incomprensible, ignota. Presa esquiva de científicos, ausente a la vista, presente en la materia y lo...