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I Concurso de Relato Breve «El dios Tecnología» 
Concurso finalizado. El resultado final del concurso y la asignación de los premios se ha determinado el día 30 de marzo de 2013. Puedes acceder aquí al contenido del fallo y el reparto de premios. Paralelamente hemos realizado una valoración de esta primera experiencia de concurso abierto y participativo que ha resultado un rotundo éxito: casi 600 originales a concurso, más de 15.000 votaciones contabilizadas, y lo que a nuestro juicio supone el mayor logro: más de 124.000 lecturas de los relatos a concurso y numerosos comentarios cruzados. Las luces y también las sombras de esta convocatoria se incluyen en este documento de valoración que incluimos aquí.
Francamente no sé por donde empezar. Es el primer papel blanco y limpio que veo en meses, los ecologistas tienen que estar contentos desde que se dejaron de talar los árboles. Si es que queda algún ecologista. Los Mayas solo se equivocaron cincuenta años, el fin dé la era llegó después de todo, y nada...
Tuve un sueño, aún lo recuerdo lúcidamente como si hubiera sido un día normal en nuestras vidas, como si yo hubiera sido aquel ser que “respiraba” en mi visión, en mi deja vu quizá, cuando desperté, lo primero que hice fue llevar mi mano al corazón y sentir como aún los latidos del mismo se...
Supongo que lo tendría que haber visto venir. No me di cuenta hasta más tarde, pero todo empezó cuando éramos pequeños. Yo era el que llegaba puntual y se pasaba una hora esperando a sus amigos. Y sólo porque mis padres no me habían comprado un móvil y no me enteraba de que los demás...
“Estamos volando muy alto y la caída cuanto menos será dolorosa. La tecnología ha puesto tierra de por medio entre seres humanos y animales, y ahora pone tierra entre hombres y hombres” 1. Interrogatorio -Sabe una cosa inspector, dicen que un hombre puede enamorarse si mantiene el contacto visual durante 8,2 segundos… yo estuve con...
Esteban. En una aldea cerca de la sierra de Gredos empieza la historia de Esteban, su familia honrada y amigable con la naturaleza. Desde los orígenes de su estirpe trae la memoria ligeros y sólidos por entre los campos donde se mezclaban, vivían y convivían, a su vez. Amarillos, anaranjados, aterciopelados, brillantes … Todos los...
El sol se alzaba ya entrada la mañana y dos jóvenes señoritas, sentadas en unas escaleras y presas del aburrimiento, incordiaban sin miramientos a los transeúntes exclamando “¡¡buenas noches!!, ¡buenas noches, señor!, ¡buenas noches, señora!” a viva voz y riendo después con estridente risa. Mas pasó entonces un hombre, vestido de traje con sombrero de...
Vivía en una pequeña ciudad en la que se suponía se conocía a todo el mundo, no dejaba de ser un pueblo un poco grande, aún así, todo lo que podía decir de ese lugar era que el silencio lo dominaba. Por las mañanas cuando se levantaba lo primero que podiia escuchar era la musica...
Saludos a todo el Orbe. Permítanme presentarme, soy Dios. Sí, el de verdad, con “d” mayúscula, tal y como les gusta escribirlo cuando se refieren a mi persona. No se asusten, no es necesaria la reverencia, a fin de cuentas, estoy hecho de la misma materia que hustedes. Ops, disculpen, ustedes sin “h”. A veces...
En la cumbre internacional de Jefes de Estado celebrada a comienzos del año 7025 post Bellum, la humanidad fue declarada especie en vías de extinción. Dos años antes, la C.O.M.A.C. (Colmena Mundial de Abejas Científicas) había iniciado proyectos de investigación que resultarían cruciales en el hallazgo de energías alternativas al combustible humano.
La rejilla dejaba ver apenas el color blanquecino, algo iluminado, de mi confesor. Algo nerviosa cerré los ojos y solté uno a uno mis pecados. Las palabras iban y venían casi sin lógica. Saltaba de un tema a otro con la facilidad del clik sobre una pantalla de ordenador. Media hora después escuché una campana...
Pereza por coger mi Waterman, mi papel Ambassador y sentir rugosidad cada vez que expreso un sentimiento. Ya quedan lejanos los días en los que encender un cigarro mientras manchaba mi mano de tinta y encallaba mi dedo índice, sacaban lo mejor de mí. Nací rodeado de avances tecnológicos, bonito aquel año de 1982 en...
Tengo la insana costumbre, mire usted, de llevar el móvil en el bolsillo, bien el trasero del vaquero, bien el delantero superior de la bata (soy enfermera…), hábito que no tendría mayores consecuencias si no fuese por la incontinencia que padezco, tras haber parido a tres niños bastante cabezones (como yo, supongo…) y que me...
