Un golpe de suerte
En la Galicia rural de los años cuarenta, ser un labrador sin más recursos de los que te daba la tierra significaba pasar hambre. Mis abuelos eran labradores, hijos de labradores y nietos de labradores. Mi abuelo no había tenido la suerte de aprender un oficio. Ninguno de los dos tenía parientes en América que...