EL PAN NUESTRO DE CADA VIDA
La primera vez que reparé en que mi abuela se santiguaba antes de tirar el pan duro a la basura, yo tendría unos cinco años. El ritual incluía besar el pan y dejarlo cuidadosamente entre los desperdicios. Entonces me explicaba que durante años no pudieron tener todo el pan que querían. En su lugar tenían...