Croquetas de amor
Desde la puerta ya la escuchaba andar cacharreando en la cocina. Con la radio puesta de fondo, se movía con soltura entre ollas y sartenes. -¡Hola! No sabía que venías hoy. -Ni yo, estaba de paso por aquí. -¿Quieres café? Ahí hay un poco. -Sí claro ¿Cómo estás? ¿Qué andas cocinando? -Bien hija, ya sabes....