EL ATLETA DE LAS MANZANAS
EL ATLETA DE LAS MANZANAS Sigo vivo, señores. Si el anciano no puede levantarse lo harán el deportista y sus dolores. Me asiré a los postes de la cancha del terreno, de la pista. Y haré que mi caída libre sea de lo más surrealista. ¡Ay, Dolores!, Fuimos viajeros sin cinturones de un amor a...