LA ESTACIÓN DE LA AMAPOLA
Se escuchan pasos ¡Oye viejo! ¡Despierta! ¿De qué te ha servido ser tan sabio? Abrigado con años y aburres como tu gorra de pana. Ponte el traje de treinta años y alegra esa cara. Siempre ahí, triste, vestido de viejo. No es un día como cualquiera y, además, es tiempo de sapos. Ahí viene ella....