La Posada de los cinco sentidos
El suave declive de la verde barranca parece una alfombra de gramilla mojada. Hay un leve sonido del viento que atraviesa el paraje y se huele un aroma inconfundible a rocío y a escarcha. Mi mano resuelta raspa con la yema de los dedos el pasto cubierto de humedad y luego arranca cierta rama. Sentado...