EL SABOR DEL PRIMER BESO
Siempre pensé que mi primer beso sería algo especial, un momento sublime en el que mis labios, sedientos de pasión, buscarían los labios de otro maravilloso ser. Aunque, siendo sinceros, a los trece años, con la testosterona invadiendo mi cuerpo, hubiese podido ser cualquier persona. Pudo haber sido la vecina de diecisiete años que me...