Humanidad perdida.
–Acéptalo y vive, recházalo y muere –me susurró al oído el reclutador. Pensé que podría librarme hasta lograr encontrarla. Era cuestión de tiempo para que me capturaran, lo sabía, pero me había salvado tantas veces, que creí que nunca me atraparían. Ahora no podré verla de nuevo, y si lo hago, no seré yo misma....