JACK Y EL SER BLEYDAN

Jack y el ser Bleydan

Jack, un chico de dieciocho años, llegó a un almacén y se encontró un teléfono celular de alta tecnología, él lo tomo y nadie lo reclamó como suyo, cuando salió del almacén el teléfono comenzó a emitir un sonido, él lo abrió y había un mensaje que decía “gracias”, un momento después se activó una llamada de video y él la contestó, y era un “ser”, el quedó impactado con sus ojos, pues eran como transparentes, el ser le dijo “hola Jack, veo que tomaste el teléfono, a partir de hoy tú y yo seremos los mejores amigos”; él, quedó impactado con lo que veía, no respondió nada hasta que unos minutos después le preguntó ¿quién eres tú?, yo soy Bleydan, le contestó, no te preocupes por la carga del teléfono, pues nunca se descargará y no será el único medio por el que tendremos contacto, ¿tienes alguna pregunta?, Jack volvió a guardar silencio, Bleydan le dijo: está bien, te dejaré asimilar esto, cuando quieras hablar solo di mi nombre.

El chico regresó a su casa,  se acostó en su cama y se quedó dormido; un rato después despertó, todavía no creía lo que lo que le había sucedido, él dijo el nombre del ser y el televisor se encendió, y apareció Bleydan en la pantalla diciendo “hola Jack”, entonces sí eres real, dijo el joven, Bleydan sonrió y dijo “sí lo soy, ¿estás listo para este día?” digamos que sí, contestó Jack, Bleydan le dijo “no te preocupes, vas a estar bien”; Jack salió hacia la universidad, iba caminando hacia el paradero cuando el teléfono comenzó a emitir el sonido, y respondió; “vas a la universidad en bus, debemos solucionar esto”, dijo Bleydan. Jack llegó a la universidad, cumplió con todos sus compromisos y salió de ahí, se dirigió hacia su casa, pasó por un almacén donde habían monitores de seguridad y en uno de ellos vio a Bleydan, era un almacén de venta de autos, Bleydan le dijo que entrara mientras hacía señas con los dedos, el entró y un empleado lo recibió, le preguntó su nombre, y le dijo: aquí hay un auto que es para usted, la venta se hizo por medios virtuales y lo pagó una fundación que lo escogió a usted para donárselo, déjeme mostrárselo. Era un auto último modelo, cuando entró en él, observó toda la tecnología que tenía el vehículo, el sistema de sonido, el encendido, las puertas, los asientos eran increíblemente tecnológicos; Jack le dijo: ¿me lo puedo llevar ya?, sí, es suyo, solo firme esto, él firmó y se marchó, en el auto había una pequeña pantalla que se activó cuando ya había avanzado unas calles, “hola Jack, le dijo”, “hola Bleydan, esto es increíble, ¿y ahora, como me presento con este auto en mi casa?”, no te preocupes por eso, contestó, ya lo resolví, a tus padres le informaron lo mismo que a los del almacén de de autos, y lo aceptaron, ¿Cómo lo hiciste? preguntó Jack, “con el poder mental” contestó Bleydan.

El joven llegó a su casa, sus padres lo felicitaron por el auto, esa noche Jack salió en el carro y llegó a una discoteca; allí estaba Cintia, una chica que le encantaba a Jack, desde la pantalla del auto, Bleydan le dijo: “ella te encanta, es hora que le demuestres cuanto te gusta, lo vas hacer muy bien”. Jack entró a la discoteca, Cintia estaba sentada en la barra, había una silla desocupada al lado, él se sentó ahí, ella le sonrió y le dijo: “hola, te he visto en la universidad”, sí, yo también te he visto, contestó Jack. Soy Cintia y yo Jack, dijeron simultáneamente, ¿es la primera vez que vienes aquí? le preguntó Cintia, él le dijo “no, lo que sucede es que no vengo seguido , quieres bailar, le dijo él; sí, le respondió ella, fueron a la pista y ahí estuvieron un largo rato hasta que ella le dijo que estaba agotada, y llegaron nuevamente a la barra, bebieron algo hidratante y conversaron un rato más, ella después dijo: ya es hora de irme, él le dijo que la llevaba y ella aceptó, y cuando se subió en el auto se le notó lo impresionada que quedó con la tecnología él no le dijo nada, y unos segundos después comenzaron a hablar sobre las obligaciones que tienen con la universidad en los próximos días. Llegaron a su casa, ella se despidió con un beso en la mejilla y entró, inmediatamente se activó la pantalla y Bleydan estaba sonriente y le hacía gestos con la manos, sobre lo bien que le había parecido, hasta qué le dijo: muy bien Jack, eso fue genial, ¿viste cómo te llegaron las ideas a tu cabeza? Jack le dijo: ¿tú no tuviste nadar que ver con esto, cierto?, no, contestó Bleydan, todo esto lo hiciste tú, y si te vas a seguir viendo con ella, vas a ver que van a seguir llegándote ideas. 

A la mañana siguiente su teléfono se activó diciendo: hola Jack, veo que todo está muy bien, y que estás muy orgulloso de ti. Jack llegó a la universidad y se encontró con Cintia, ella le dijo que la pasaron muy bien y que esperaba que volviera a repetirse ese encuentro, y Jack le propuso verse dentro de dos días, a lo que ella aceptó; a los dos días, Bleydan se activó cuando Jack iba en el auto, y le dijo: llegó el día del salto y que le digas lo que sientes por ella, estás seguro Bleydan, refutó Jack, ¡sí lo estoy! Llegó a la discoteca, se sentó en la barra, ella llegó un rato después, él le dijo todo lo que sentía y ella le respondió que también se sentía igual, unos segundos después su teléfono se activó y ahí estaba Bleydan haciéndole gestos de aprobación y así, continuó con su vida.

Fin