Paso a nivel
No lo vio venir. La cabeza, sujetando el móvil, las manos ocupadas con el coche del bebé y unas cuantas bolsas. Gritaba y gesticulaba mientras caminaba decidida. Tampoco debió percatarse de la barrera bajada, porque no aminoró la marcha. Todo ocurrió en segundos y creí que el corazón se me paraba. Desde el andén intenté...