Cuentos para el andén: convocatoria abierta de Microrrelatos Revista Cuentos para el andén
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Cuentos para el andén: convocatoria abierta de Microrrelatos
Ver basesUna convocatoria abierta para elegir a los 3 microrrelatos invitados que formarán parte del número de octubre 2013 de la revista Cuentos para el andén.
Ya tenemos el resultado del concurso:
GANADOR: Peces, presentado por Elena García Sánchez
FINALISTA: La Estrella del Norte, presentado por Daniela Rafael
FINALISTA: Último aviso, presentado por Teresa Garrido Pellicer
Aquí y entonces
Pudo ser el hartazgo de ser señalados, maltratados y vejados .Las burlas de los compañeros, la indiferencia de los adultos También habrían influído la soledad del último año y las incontrolables fiebres de la pubertad. No supieron bien: no hubo andén que partiera los caminos, pero sí muchas ténues despedidas mudas. Se dejaron de buscar en los...
Y es que me pierdo…
Voy por las calles solitarias y oscuras… dando pasos con la presión de que unos ojos me miran. Son los ojos del vacío. Volteo y no sé a dónde mirar… De repente aparece un indigente que se acerca. Pude ver que su mirada estaba más apagada que la noche misma. se detuvo y me dijo...
Esas no volverán
«Esas no volverán», sentenció Adolfo con aplomo desde el andén donde contemplaba las golondrinas que migraban rumbo al sur, a pasar el invierno. «Y esas tampoco», añadió un viejo que estaba sentado junto a él. «¿Se refiere a las águilas culebreras?», preguntó Adolfo. «Nones, hijo mío. Me refiero a las escrituras de mi casa que...
Adioses
Hace meses que vengo a esta estación todas las tardes. Me gusta sentarme en uno de sus bancos de madera y observar a la gente, sobre todo a las parejas de enamorados que se despiden de manera apresurada instantes antes de que el tren vuelva a ponerse en marcha, dejando a uno de ellos diciendo...
Siete señales, un día
Desde el andén sobraron las palabras. Ella le recordaría como si fuera un sueño, él como una ráfaga de luz que galopaba. Los tiempos se repetirían, la cuadrícula volvería a plegarse, el tren moriría cada vez en el mismo punto de fuga. Y el último abrazo tantas veces pensado. Se marcharía, volvería a marcharse cien...
Suelto la mano de mi amor perdido
Desde el andén, esperando al tren, me preguntaba: ¿Me han dejado? ¡Sabía que tenía que reaccionar a la noticia! Pero, la tristeza me embargaba. Se apoderaba de mi cuerpo y no me dejaba pensar. Solitario en un lugar lleno de personas, sentía como cada uno de mis recuerdos desaparecían lentamente...
Causa Final
Observaba sus experiencias desde el andén. Las imágenes surgían veloces y claras resumiendo detalladamente ésta y sus anteriores vidas. Las similitudes entre ellas en mundos paralelos eran evidentes… Carlos comprendió porque había estado “repitiendo curso”. Sus encarnaciones simultáneas solamente coincidían en el block de notas de su teléfono móvil, donde escribía pequeñas historias en mágicos...
SE NOS SECA EL ALMA
Desde el andén se podía ver que se estaba muriendo, los tallos blancuzcos y sin hojas, daban cuenta del olvido, Isabela había enfermado y llevaba dos meses fuera.<?xml:namespace prefix = o ns = «urn:schemas-microsoft-com:office:office» /> Atravesé el patio, acaricié sus ramas huecas, dentro se había ido la vida, la tierra cuarteada era la muestra evidente...
EL ULTIMO TREN
Sus ojos ya no tenían vida, apagados y tristes de tanto llorar, retrocedía la vista atras mirando hacia el anden de su vida y no veía nada mas que desamor y fracasos. Por más que quería entender cual había sido la razón, de sus errores en el pasado solo conseguía decir, » lo di todo»...
MI PROHIBIDO AMOR
En el andén comprendí que todo era una ilusión de adolescente. De nada me serviría esperarle , la diferencia de edad, es evidente, y paraliza el amor. Con su llamada me prometió que no habria secretos, nos veriamos, no se avergonzaría en público de darme la mano. Insistí para que viniese a verme, yo correria...
El Clamor A Medias
El hombre de boina rasgada debía salir de su casa a las 16 horas, cortar un racimo de cardones y envolverlos con papel húmedo, dejar sobre la mesa del recibidor una carta con sus últimas palabras de despedida y a su vez, con tono amoroso, pues no había sido el mejor hombre. Todo lo...