Puntos de vista.
Donde esta la belleza? Es una cuestion de puntos de vista, creo. Ya entiendo, la muerte puede ser bella y la alegria no, asi es? Mire, yo tampoco comprendo a este mundo. Al igual que usted, estoy en el sin haberlo pedido.
96participaciones
Una convocatoria abierta para elegir a los 3 microrrelatos invitados que formarán parte del número de octubre 2013 de la revista Cuentos para el andén.
Ya tenemos el resultado del concurso:
GANADOR: Peces, presentado por Elena García Sánchez
FINALISTA: La Estrella del Norte, presentado por Daniela Rafael
FINALISTA: Último aviso, presentado por Teresa Garrido Pellicer
Donde esta la belleza? Es una cuestion de puntos de vista, creo. Ya entiendo, la muerte puede ser bella y la alegria no, asi es? Mire, yo tampoco comprendo a este mundo. Al igual que usted, estoy en el sin haberlo pedido.
Desde el andén veo peces muertos. Sardinas o sargos. Se distinguen destellos plateados e infinidad de ojos resecos que me acusan como canicas de metal. Saltar a la vía sería como entrar en una piscina de bolas viscosas. No juego desde que mi niña se fue de casa. Antes, estos peces se dejaban llevar...
Intentaba pues, Tosca, desde el andén, distraerse con las imágenes y palabras que distantes y extrañas se revelaban en la pantalla, mientras sostenía en la mano el viejo billete de tren. Pero una amarga presencia, latente en su maltrecho recuerdo, seguía zumbando como un viento remoto y cansino imposible de evitar. Era probablemente aquel...
Y desde el andén observaba cabizbajo a todo aquel que iba o venía, aquellos que entraban o se apeaban, cargaban o descargaban equipajes y demás efectos personales, todos ellos con la certeza de llevar una dirección que él jamás tuvo y por cuya ausencia decidió por una única vez en su vida avanzar un paso...
Ayer, desde el andén, recorrí visualmente el sendero que se enreda en la arboleda rizada. Por un momento, me trasladé a aquellas marchas nocturnas con bastones, mochilas y linternas. El objetivo era contemplar las estrellas desde la cima estéril coronada de Cabeza Reina. Mi objetivo era vosotros, veros disfrutar.
El tiempo, que pasaba firme y uniformado por delante de todos los que allí esperábamos, se paró cuando apareciste después de tantos años y me saludaste, dulce y serena, desde el andén opuesto.
El tren ya tendría que haber llegado. Sin embargo, desde el andén donde se encontraba, Marta no podía dejar de sonreír. Llamó a Carlos pero no contestaba. Se levantó del banco con impaciencia. Ya eran casi las nueve. Quince minutos de retraso. Y Carlos sin contestar. La espera se volvió tensa, preocupante. En la estación de...
La noche anterior había guardado todos sus lastres. Los dobló a modo de despedida y etiquetó a cada uno con un rótulo. A algunos les pegó el cartel de frágil, a otros les puso solo el nombre y a muchos nada. Casi cincuenta años para decidirse. Desde el andén arrojaría la valija y , liviano...
Empezó a no ser cuando se dejó acunar por los arrullos del hombre de su vida que no era más que un vendedor de ilusiones cuyas manos, cargadas de frustración, liberaba estrellándolas contra ella. Y dejó de ser cuando, desde el andén, cansada de sentir que no era nada, se tiró a las vías ante...
Intentaba olvidar aquellas melancolías de barrio que lloraban sus ojos, clavadas en mi como puñales. Y yo, sin poder olvidar aquel, su olor a tiempo y marrón, y olvido. ¿Cuánto he vivido? Soy ya un hombre, o lo fui y por eso te extraño, Marta. Extraño ya tu cuero arrugado, tu sonrisa chillona. Siempre gritando:...
-Sí, no te preocupes, ahora mismo voy a recogerte. Tranquilo campeón, todo es cuestión de organización, primero voy a recogerla al andén, la llevo a casa y después voy a ver a la tía Carmen al hospital y de camino aprovecho para posponer la cita con mi dentista para la semana que viene. No puedo...