Confirmación de una sospecha
Todos los días, a la misma hora, “X” bajaba las escaleras, picaba su billete y se sentaba a esperar. Desde el andén, veía pasar los trenes, sin subirse a ninguno. Esperaba la llegada de “Y”. Él la miraba desde el otro lado, en la vía opuesta. Cada uno iba en una dirección distinta, a cada...