caminando quieto
Sólo la soledad como compañera desde el andén, donde anden con aire de grandeza los sueños perennes en la piel, haciendo grato el camino no andado… hay susurros y sonidos de metales, se dispersan los males sabiendo que viajo, entendiendo que no hay atajo para ser feliz. Será cuestión de tiempo enredarme con un tempo...